Colom, Lluna y Bolón: tres maestros volcados en su música y arropados por la Sociedad de Conciertos de Alicante
El concierto del terceto compuesto por Josep Colom en el piano, Joan Enric Lluna como clarinetista y Salvador Bolón en el violonchelo, comenzó con una interesante intervención de Lluna, que se dirigió al público para comentar la importancia de las sociedades de conciertos como la de Alicante para la difusión de la música de cámara. El clarinetista mostró su alegría y la del resto de integrantes del trío por volver a la Sociedad de Conciertos de Alicante, a la que tenían muy presente por las redes sociales y “los vídeos que con tanto cariño hemos hecho”. “Nos sentimos realmente arropados, este público de las sociedades de conciertos nos entiende mejor que nadie”, señalaba Lluna. También disculpaba la ausencia del violonchelista y miembro habitual del terceto Lluís Claret, que no pudo actuar debido a una lesión de rótula.
El concierto dio comienzo con una obra maestra de Ludwig Van Beethoven, el Trío op. 38 en mi bemol mayor para clarinete, violonchelo y piano, una de las piezas menos interpretadas del autor, que está llena de la sonoridad y el espíritu de los conjuntos clásicos. Se trata de una obra estructurada en seis movimientos, que conforman el trío de piano más extenso compuesto por Beethoven. Colom, Lluna y Bolón dieron muestras de su versatilidad estilística, con una puesta en escena dinámica y un sonido perfectamente empastado. Los artistas pusieron toda su capacidad técnica al servicio de una maravillosa interpretación de la partitura y de los matices que Beethoven dio a la pieza.
En la segunda parte del concierto el trío volvió a dar muestras de su dominio musical con la interpretación del Trío Op. 114 para clarinete, violonchelo y piano en la menor, de Johannes Brahms, la primera de las cuatro obras de cámara que dedicó el autor al clarinete, y que marcaron una nueva concepción del instrumento y su función en la música de cámara. La pieza refleja la fuerte influencia que el clasicismo romántico y conservador tuvo en su obra y la propuesta creativa que enmarca el diálogo de los instrumentos.
La emoción de la música volvió a imperar en el Teatro Principal y el público premió a los artistas con un prolongado aplauso, que fue correspondido con un bis: la parte más popular y conocida del Trío op. 38 en mi bemol mayor para clarinete, violonchelo y piano.