Cuarteto Julia Fischer, un calculado equilibrio entre la innovación y el clasicismo
La primera visita del Cuarteto Julia Fischer a la Sociedad de Conciertos de Alicante llegó acompañada de otra importante novedad: el estreno nacional de la obra Tree of Ténéré, del joven compositor y director de orquesta ruso Andrey Rubtsov, una pieza de corte muy actual, que evoca la historia del árbol del Ténéré, una acacia solitaria que sobrevivió durante décadas al avance del desierto, en las condiciones más adversas. La interpretación transitó desde la intensidad de la tormenta a la quietud y el susurro en la soledad del Sahara, de la lucha por la supervivencia en las condiciones más adversas al trágico final en un accidente ocasionado por un conductor ebrio que acabó con su vida. Un camino que culmina con un inspirador final cargado de esperanza.
Esta pieza actual contrasta con la apertura del concierto en la que el joven cuarteto de cuerda liderado por la excepcional violinista Julia Fischer, interpretó con solvencia técnica el Cuarteto de cuerda en re menor, K. 421, de Mozart, el segundo de los cuartetos dedicados a Haydn, una pieza maestra de la música de cámara. Se trata de un tema muy conocido, que dibuja un ambiente sombrío lleno de un sentimiento elegíaco, cargado de matices y capacidad para emocionar al público por su intensidad creativa.
Después del descanso, el Cuarteto Julia Fischer abordó con elegancia, notable compenetración y armonía el Cuarteto No. 1, Op. 11, de Tchaikovky, su mejor pieza de música de cámara, que crea en su conocido segundo movimiento una atmósfera de ensoñación y añoranza. Una obra llena de imágenes evocadoras cargadas de sutileza y melancolía conmovedora que los músicos interpretaron a la perfección. El público les premió con una prolongada ovación que invitó a los componentes del cuarteto a saludar en repetidas ocasiones.