-I-
SCHUMANN
String Quartet No. 1 A minor op. 41 No. 1 [26’]
Mahler songs [15’]
Rheinlegendchen (bearb. Max Knigge) 3.30
Blicke mir nicht in die Lieder (bearb. Stefan Heucke) 1.30
Ich atmet einen linden Duft (Heucke) 3.00
Ich bin der Welt abhanden gekommen (Heucke) 7.00
-II-
BRAHMS/arr. by REIMANN
5 Ophelia Lieder [7’]
“Wie erkenn ich mein Treulieb”
“Sein Leichenhemd weiß wie Schnee”
“Auf morgen ist Sankt Valentinstag”
“Sie trugen in auf der Bahre bloß”
“Und kommt er nicht mehr zurück”
BRAHMS
Cuarteto núm. 3 en Si bemol mayor, op. 67 [32’]
BÍO ANNA LUCIA RICHTER, mezzosoprano
El Cuarteto Schumann ha llegado a un lugar en el que todo es posible porque renuncia a las certezas. Eso incluye también al público, que tiene que estar preparado para cualquier cosa noche tras noche:
"Una obra sólo se desarrolla realmente en directo", dicen, "eso es 'lo real', porque nunca sabemos de antemano lo que va a pasar. En el escenario, a más tardar, toda imitación desaparece, te vuelves automáticamente honesto contigo mismo. Entonces puedes conectar con el público en la música, comunicar". Esta situación en vivo ganará una energía adicional en un futuro próximo: Sharon Kam, Fabian Müller, Anna Lucia Richter, Anna Vinnitskaya y Jörg Widmann son algunos de los colaboradores actuales del cuarteto.
Un aspecto destacado de la temporada 22/23 que está llegando a su fin han sido una gira de conciertos a Singapur, seguida de conciertos en Adelaide (Australia). El cuarteto también ha actuado en esta temporada dos veces en el Concertgebouw de Amsterdam y tres veces en el Wigmore Hall de Londres. En Europa, el cuarteto se ha embarcado en una gran gira con Anna Vinnitskaya en abril de 2023, durante la cual interpretan el Quinteto para piano de Robert Schumann en Bruselas, Hamburgo, Berlín y Ginebra, entre otras ciudades. No hay que olvidar el regreso del conjunto a lugares de gran importancia como el Mozartfest de Würzburg y la Schubertiade de Schwarzenberg/Hohenems.
Su álbum "Intermezzo" (2018 | Mendelssohn Bartholdy, Schumann y Reimann con Anna-Lucia Richter) ha gozado de una destacada respuesta a nivel internacional, y recibió el Opus Klassik en la categoría Grabación de Música de Cámara 2019, por lo que es aclamado como un digno sucesor de su premiado álbum "Landscapes", en el que rastrearon sus propias raíces y combinaron obras de Haydn, Bartók, Takemitsu y Pärt. Este último fue galardonado, entre otros, con 5 Diapasons, así como con el Premio Anual de la Crítica Discográfica Alemana 2017 y fue la elección del editor en la BBC Music Magazine. Por su anterior álbum con obras de Mozart, Ives y Verdi, el Cuarteto Schumann fue galardonado con el premio de la BBC Music Magazine de Londres como Mejor novedad 2016. En 2020, el cuarteto amplió su discografía con "Fragment" y su exploración de uno de los maestros del cuarteto de cuerda: Franz Schubert. Con motivo del centenario de la radio, el cuarteto se dedicará a un proyecto muy especial: un álbum de piezas alrededor y desde 1923. Junto con la Radio de Baviera, grabarán obras de Alban Berg, Leoš Janáček, Ernst Krenek y Aaron Copland.
Los tres hermanos Mark, Erik y Ken Schumann tocan juntos desde su infancia, mientras que Veit Hertenstein completa el cuarteto como violista. Los cuatro músicos disfrutan de la forma en que se comunican sin palabras: cómo una sola mirada basta para transmitir la forma en que un miembro concreto quiere tocar un pasaje determinado. Aunque las personalidades individuales se manifiestan claramente, en cada obra musical surge un espacio común en un proceso de metamorfosis espiritual. La apertura y la curiosidad del cuarteto pueden ser en parte el resultado de la influencia formativa ejercida sobre él por maestros como Eberhard Feltz, el Cuarteto Alban Berg, o Menahem Pressler.
Los premios, las publicaciones y los escenarios se consideran a menudo para explicar por qué muchos consideran al Cuarteto Schumann como uno de los mejores de la actualidad. Los cuatro ven esos logros más bien como hechos que como confirmación de su camino. Consideran que el desarrollo musical de los dos últimos años es un salto cualitativo. "Nos apetece llevarlo al límite, probar cómo se lleva la tensión y nuestra espontaneidad colectiva", dice Ken Schumann. Evitan con encanto cualquier intento de categorizar su sonido, enfoque o estilo, y dejan que los conciertos hablen por sí mismos.