La espectacular interpretación de la pieza Spiegel im Spiegel (Espejo en Espejo), del compositor Arvo Pärt, cerró el gran concierto que la pianista Varvara y el violinista Fumiaki Miura ofrecieron a un público entregado a la excelencia de su actuación en el Teatro Principal, dentro de la programación de la Sociedad de Conciertos de Alicante. El dúo superó con creces el reto de transmitir la pureza e inocencia de una obra minimalista con una ejecución magistral del tempo lento y meditativo que define a esta pieza tintinabular. Varvara y Miura exhibieron un magistral control del sonido y de la expresividad, en un tema que evoluciona con un continuo aparentemente interminable hacia el infinito, proyectando multitud de imágenes.
El programa era toda una declaración de intenciones con tres obras maestras. La actuación comenzó con una ejecución impecable, de gran belleza y expresividad, de la Sonata para violín y piano en fa mayor, K 377/374e, de Monzart, una pieza excepcional llena de melancolía romántica. La interpretación fue clara, llena de belleza y de excelentes unísonos.
Cerró la primera parte la Sonata para violín y piano nº 2 en la mayor, Op. 100, de Brahms, en la que Varvara y Fumiaki Miura mantuvieron una conjunción sublime para interpretar con maestría esta obra llena de contrastes entre el carácter amable de unos pasajes con otros episodios enérgicos, que conducían hacia un final cargado de lirismo y reposo.
En la segunda parte, una excepcional interpretación de la Sonata para violín y piano nº 1 en fa menor, Op. 80, de Prokófiev, una obra disruptiva, compleja, llena de dificultades, intensos contrastes y experimentaciones musicales. El dúo interpretó con virtuosismo y talento excepcional una pieza de profunda melancolía y oscuridad, que combina momentos bruscos y suaves, llena de sonoridades muy elaboradas que concluyen con susurros de escalas silenciadas que sonaron, como definió el propio Prokófiev, “como el viento en un cementerio”.