“Me encuentro muy feliz siempre que vengo a esta maravillosa ciudad mediterránea, llena de una alegría y una luz muy especial, y que ha sido testigo de casi todos los veranos de mi infancia y juventud”. Con estas palabras cargadas de afecto saludó al público la excepcional mezzosoprano María José Montiel, acompañada de la pianista Laurence Verna, ofrecieron una fantástica velada musical en el Teatro Principal de Alicante marcada por su exquisita técnica vocal, pero también por una profunda emoción en su interpretación.
Los asistentes olvidaron de inmediato el mal tiempo invernal reinante en el exterior cuando el dúo comenzó su actuación con un impecable Les nuits d’été (Las noches de verano), un ciclo compuesto por Héctor Berlioz en el que integra poemas de su amigo, el poeta y crítico literario Théophile Gautier. Una obra que concentra todo el sentido de la canción romántica francesa, y en cuya interpretación Montiel ha sabido expresar con intensidad, sentimiento y un toque de melancolía el amor idealista y, sobre todo, el desamor, vistos desde diferentes perspectivas.
A continuación, interpretaron Marinero en Tierra, del compositor Rodolfo Halftter, basado en el poemario del mismo nombre de Rafael Alberti, con el que comparte espíritu, que fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura con su Marinero en tierra. Unas piezas con claras reminiscencias populares cargadas de esperanza en el futuro, en las que se mezclan con maestría fantasía y realidad. La mezzosoprano supo transmitir el contraste con otros fragmentos en los que se siente la profunda nostalgia de la pérdida, el desgarro y el abandono.
En la segunda parte, acometieron con maestría y acierto una selección de canciones brasileñas de varios compositores, en la que destacó la interpretación tanto de Azulão (pájaro azul) y Modinha, las obras más conocidas de Jaiyme Ovalle, basadas en textos del poeta modernista brasileño Manuel Bandeira. María José Montiel estuvo a la altura del lirismo y la melancolía que rezuma la primera y del amor idealizado que describe la segunda, con momentos de auténtica brillantez, magníficamente acompañada al piano.
Cerró el magnífico recital un cuidado repertorio de música francesa compuesta por José Padilla, un artista con el que la mezzosoprano se siente plenamente identificada y cuya obra fue declarada en 1989 de Interés Internacional por la UNESCO. La artista se recreó en cada detalle de la Nuit de Venice, Priere d’un soir y Ah!.. crie mon coeur, tres piezas que describen la altura artística del compositor y la capacidad del dúo para interpretarlas con éxito.
Los bises demostraron la versatilidad de Montiel: El Fado, de Halffter, y el tango El día que me quieras, de Gardel.