El Aula de Cultura de la Fundación Mediterráneo fue el escenario de una noche mágica que marcó el cierre de la temporada de la Sociedad de Conciertos de Alicante – Oftalvist. El recital se convirtió en un hito gracias a la deslumbrante actuación de la joven pianista Oriana Kemelmajer Alías, flamante ganadora del XL Premio de Interpretación “Sociedad de Conciertos de Alicante – Oftalvist”. Con una madurez y sensibilidad impropias de su edad, Oriana cautivó al público desde el primer compás, demostrando porqué es una de las grandes promesas del panorama musical.
Un viaje por el romanticismo y la maestría pianística
La primera parte del programa fue un testimonio de la profundidad interpretativa de la pianista. Oriana se adentró en el universo íntimo de Johannes Brahms con tres piezas selectas de sus Piezas para piano Op. 118. El Intermezzo: Allegro non assai, ma molto appassionato reveló una pasión contenida y una ejecución impecable, seguida por la delicadeza y ternura del Intermezzo: Andante teneramente. La sección de piezas fugaces pero impactantes concluyó con la imponente Ballade: Allegro enérgico, donde la fuerza y el lirismo brahmsiano se entrelazaron bajo sus dedos, demostrando un control técnico y una comprensión emocional sobresalientes.
La velada tomó un giro hacia la fantasía y la exigencia virtuosística con Gaspard de la Nuit, de Maurice Ravel. Conocida por ser una de las obras más desafiantes del repertorio pianístico, Oriana la abordó con una audacia y una paleta sonora asombrosas. Desde la inquietante fluidez de Ondine hasta la oscuridad y el misterio de Le Gibet, y culminó con la diabólica complejidad de Scarbo, la pianista pintó paisajes sonoros con una maestría que dejó al público sin aliento. Cada nota, cada matiz, fue un reflejo de la visión imaginativa y la formidable técnica de Kemelmajer.
La exuberancia y el color de Schumann
Tras un breve intermedio, la segunda parte del concierto estuvo dedicada íntegramente a Robert Schumann y su icónico Carnaval Op. 9. Esta obra, una colección de piezas breves que retratan personajes y escenas de un baile de máscaras, permitió a Oriana desplegar una versatilidad admirable. Con gran vivacidad, la pianista dio vida a la exuberancia de Préambule, la melancolía de Chopin, el vigor de Paganini, y la pasión de Chiarina, entre otros. Cada personaje cobró vida con una identidad sonora distintiva, demostrando la capacidad de Oriana para captar la esencia de la narrativa musical de Schumann y transmitirla con frescura y encanto. El final apoteósico, con la Marche des Davidsbündler contre les Philistins, fue un broche de oro para una interpretación llena de color y energía.
Reconocimiento a una trayectoria prometedora
Al finalizar el concierto, la ovación del público estuvo llena de calor, un merecido reconocimiento a una actuación memorable. El momento culminante de la noche llegó con la entrega oficial del XL Premio de Interpretación “Sociedad de Conciertos de Alicante – Oftalvist”. La presidenta de la Sociedad de Conciertos de Alicante, Telma Bonet, junto al presidente de la Fundación Sociedad de Conciertos de Alicante, Alfonso Ramón-Borja, y los miembros del jurado, subieron al escenario para hacer entrega del cheque-regalo a Oriana Kemelmajer Alías. Fue un instante de gran emoción, que selló el éxito de la joven pianista y reafirmó el compromiso de la Sociedad de Conciertos de Alicante con el fomento del talento emergente.